Quibebe, otro legado culinario guaraní

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Se trata de una preparación de textura suave, un punto medio entre un puré y una sopa. El Quibebe es muy consumido en el noreste argentino, en Paraguay y en el sur de Brasil. Es muy fácil de preparar y su sabor deleita a todos. Es una receta hecha con queso y zapallo. Se puede servir como plato principal o como acompañamiento de otros platos.

Tiene su origen en el colectivo indígena guaraní del norte de Argentina y Paraguay. Durante la época colonial, los españoles y los criollos lo incorporaron de manera habitual en sus mesas. Esta circunstancia hizo que se difundiera a lo largo de todo el virreinato del Río de la Plata durante el s. XIX.

El secreto para lograr un sabor justo es dar con un zapallo bien pulposo, bien carnoso, que tenga un color anaranjado brillante, si pueden conseguir  un zapallo orgánico, mucho mejor. Se puede preparar también con calabaza o con anco, estas variantes van a resultar más dulces pero serán iguales de ricas.

Zapallo 1 kg

Cebolla 2 medianas

Aceite de girasol

Queso cremoso 150 gr

Caldo de verduras 3 tazas

Harina de maíz

Azúcar 1 cucharada

Sal

Preparación:

El primer paso es pelar el zapallo y cortarlo en dados pequeños, dejarlo en un bol y reservar. Aparte, en una cacerola poner el caldo de verduras que deberá estar caliente, si está recién preparado, mejor. También se reserva.

Picar las cebollas en cubos y dorarlas con unas cinco cucharadas de aceite de girasol en una olla. Cuando la cebolla está bien cocinada agregar el zapallo y dejar que se cocine con el fuego bien bajito. De a poco incorporar el caldo que  reservado y caliente. Luego, agregar de a un cucharón por vez, esperando que el anterior se evapore, así hasta que se termine el caldo. Notarán que el zapallo empezará a ponerse cada vez más tierno hasta que se empieza a deshacer.

No hay que dejar de revolverlo, una espátula o una cuchara de madera serán óptimas para tal tarea, hasta que la preparación empiece a quedar lo más homogénea que se pueda. Si quedan grumos se puede usar un pisapapas para terminar de deshacer los cubos de zapallo. Si se quiere obtener una preparación más texturada sólo será necesario no pisar tanto los cubos de zapallo, dejarlos más enteros.

Una vez que se logra la textura deseada hay que agregar en forma de lluvia harina de maíz fresca. Si no consiguen fresca se puede usar polenta para sustituirla. La cantidad dependerá de la consistencia final que se desea tener, algunos recomiendan una taza, otros no más de tres cucharadas, en el primer caso quedará más parecida a una polenta con mucho gusto a calabaza, en el segundo la preparación será mucho más liviana. Mientras se agrega la harina de maíz es importante que lo hagamos en forma de lluvia y que revolvamos constantemente hasta que quede completamente incorporada, de esta manera no se formarán grumos.

Para ir terminar se corta el queso cremoso en cubos y se lo incorpora a la preparación revolviendo un poco más. Si desean, podrán agregar antes del queso una cucharada de manteca y a servir.

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