Corrientes ha alcanzado una distinción sin precedentes en su historia, la UNESCO declaró al Chamamé Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, lo que genera una alegría y orgullo infinito en la “Nación” Chamamecera y en todos los sectores de la comunidad, la concreción de semejante objetivo, es el resultado de un gran esfuerzo de largos años, compartido entre gobernantes y la sociedad civil, especialmente de los cultores de esta exquisita expresión , hubo también un claro y contundente apoyo a esta postulación en la persona del gobernador Valdés y en los gobiernos de la Nación de Mauricio Macri y Alberto Fernández respectivamente. En definitiva, hoy se siente un sapucay que atraviesa los tiempos, que aflora para festejar desde aquellos acordes de don Mario del Transito Cocomarola, Tarragó Ros pasando por los músicos que dejaron su vida en el río Paraná, los que le dieron su impronta y un legado extraordinario, los que trascendieron con el acordeón, la guitarra y sus composiciones, como don Ernesto Montiel, Isaco Abitbol, Salvador Miqueri entre otros, o los que inmortalizaron sus voces como Ramona Galarza. El logro es de todos, ellos son los responsables de hacer eterno al Chamamé.
Gabriel Romero presidente del Instituto de Cultura de la Provincia visiblemente conmovido y emocionado con la designación de El Chamamé, como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, justificó semejante logro expresando: “ es un bien que contempla la totalidad de las condiciones que se necesitan para alcanzar esta distinción, identifica a una comunidad, es transmisible de generación en generación, es un patrimonio vivo, vigente, se diferencia de otros ritmos porque abarca un gran territorio y habla de integración con Brasil, Paraguay y Uruguay, transmite un mensaje positivo, pregona el amor y respeto al paisaje, aborda el tema del amor y de la fraternidad, religiosidad, fortalece la diversidad cultural e integración. Y también porque desde el Gobierno de la Provincia, apuntalados por el mandatario Gustavo Valdés, se ha afianzado como política de Estado todo lo relacionado con el chamamé, al punto que se ha hecho indivisible a la misma correntinidad”. Para luego agregar: “es motivo de orgullo no solo para nuestra provincia, sino para la Argentina, que suma esta distinción a una similar lograda por el Tengo en 2009”.
Corrientes en su conjunto disfruta de este logro único y extraordinario y como se puede observar es consecuencia primero, que el Chamamé no es solo una danza o música, es una expresión cultural ancestral, que se ha transmitido generación por generación y que ha motorizado todo aquello que la UNESCO demanda para esta declaración. El trabajo conjunto de los gobiernos Provincial y Nacional , ha logrado demostrar en el ámbito que corresponde, con antecedentes, información, pruebas y con la impronta que le otorga la Nación Chamamecera a sus expresiones, que este nuestro extraordinario testimonio cultural es merecedor de semejante consideración.
Para destacar la muy buena articulación del Instituto de Cultura de la Provincia, que ha logrado motorizar un apoyo internacional rotundo, sobre todo en los países de la región con los que comparte el protagonismo en el Festival del Chamamé, es así que se han escuchado, desde Brasil, Uruguay, Chile y Paraguay muestras de apoyo emotivas y que llenan de orgullo a nuestra comunidad.
Ya hemos nombrado algunos de los “próceres” chamameceros, pero queremos darles espacio a otros no tan conocidos, pero también ilustres miembros de la Nación Chamamecera en tiempos en que los medios de comunicación no tenían el impacto actual.
Estamos seguros que esto también les pertenece a Osvaldo Sosa Cordero, Hermanos Barrios, Eustaquio Miño, Mauricio Valenzuela, Emilio Millán Medina, Roberto Galarza y más acá a “Bocha” Sheridan, Mario Boffil, Teresa Parodi, Ricardo Scofano, Julián Zini, Julio Cáceres, Rudy y Nini Flores, Hugo Scofano, Pedro del Prado, Ariel Báez, Marcos Roselli, Marcelo Roselli, Antonio Tarragó Ros, Aníbal Maldonado, Raúl Barboza, Luis Moulín, “Cacho” Espíndola, Las Hermanas Vera, “Pocho” Roch, Juancito Güenaga entre otros tantos, que han dado vida a esta cultura chamamecera.
La declaración de “Patrimonio Cultural Inmaterial del Chamamé”, no implica premio alguno económico, no en lo inmediato, sirve más que nada para ensanchar el orgullo de los correntinos, es un motivo más de los tantos que tenemos para sentirnos orgullosos de ser hijos de esta tierra y ello entendemos tiene un valor intangible más importante que cualquier recompensa económica.
Además, la marca UNESCO es prestigio, sin igual en el mundo, esto le dará un ámbito internacional excepcional a las venideras Fiestas del Chamamé, se conocerá por una multiplicidad de países del mundo como nunca antes había ocurrido. Y finalmente la inclusión en esta distinción por parte del organismo de las Naciones Unidas, va tener un impacto a nivel turístico y a partir de ahí si van a generar ingresos y oportunidades.