Corrientes cuenta con una importante variedad de edificios que guardan un alto valor arquitectónico, histórico y patrimonial, pero fueron muchos los que fueron quedando en el camino y dieron paso a las construcciones que hoy marcan la fisonomía capitalina. Ejemplo de ello son muchos templos, particularmente la iglesia matriz.
Aunque su infraestructura fue muy precaria en un inicio, se puede decir que es uno de los espacios de oración que se mantuvo en pie durante más tiempo y que tuvo otros usos que lo convirtieron en un lugar de trascendencia.
Ubicada frente a la plaza 25 de Mayo, la iglesia matriz fue el punto de referencia religioso en la ciudad, allí en el predio donde ahora se erige la Casa de Gobierno.
Luego de algunos años en que funcionó otro templo llamado iglesia mayor, en 1598 se adjudicó la cuadra para la construcción de un nuevo edificio donde profesar la fe católica. Los arquitectos Ramón Gutiérrez y Ángela Sánchez Negrette rescatan evidencia al respecto en su libro Evolución urbana y arquitectónica de Corrientes.
La construcción, como sucedía habitualmente en aquellos años, resultó problemática y, según los registros en 1633, todavía se hablaba de completar la obra, faltándole las puertas, aunque la estructura en general estaba muy avanzada. Así, fueron al menos 35 años los que se tardaron desde que tomaron la decisión hasta que el edificio estuvo medianamente finalizado.
Pero los problemas no tardaron en aparecer. Para 1647 surgió la necesidad de reparar el techo de la iglesia matriz, por lo que solicitaron un aporte comunitario a los vecinos, que participaron de los trabajos. Diez años después, avanzaron con la colocación de tejas, construyéndolas con madera y palmas.
Luego avanzaron con la construcción de la base de lo que será posteriormente el campanario, que se encontraba en el mismo predio, pero separado del edificio principal.
Al comienzo del siglo XVIII, la iglesia llegó en relativas buenas condiciones gracias a los constantes trabajos que se llevaron a cabo.
Edificio
Tomando como parámetro el sistema constructivo que se utilizaba en aquel tiempo en la región, la iglesia matriz se construyó con paredes de madera, pero independientes. Es decir, las tablas servían solo como cerramiento, pero no tenían la capacidad de soportar la carga de la estructura superior como la cubierta.
Para la década de 1720 un nuevo párroco llegado de Buenos Aires se hizo cargo de la iglesia y emprendió una tarea profunda de remodelación y reconstrucción. Los documentos del cabildo de aquella época destacan que el templo pasó de un serio riesgo de ruina a verse firme tanto en su interior como en el exterior.
Fue cuando la iglesia matriz se convirtió en el templo más importante de la provincia, no solo por estar en el núcleo fundacional de la ciudad sino también por su estética. Pero esta situación no duraría mucho. En 1760 tuvieron que reconstruir nuevamente la iglesia, sobre todo la parte de la cubierta, que mostraba un avanzado estado de deterioro.
Ya sobre el siglo XIX construyeron una torre de ladrillos y la estructura en general del edificio comienza a transformarse y a verse más firme y durable, a partir de la introducción de nuevos materiales, técnicas y también estilos que se copiaban habitualmente de Buenos Aires. En ese proceso, se renovaron relojes, asientos, faroles y herrajes.
Pero algunas décadas después tomó fuerza la idea de la construcción de una iglesia nueva para Nuestra Señora del Rosario. Así, a medida que se levantaba el edificio de la catedral que perdura hasta ahora, la Matriz fue quedando abandonada y olvidada paulatinamente, a pesar de su lugar central frente a la plaza principal.
Finalmente, por considerarla de menor valía que las otras iglesias que ya se empezaban a construir en la ciudad y que son hoy las más antiguas en pie, en 1874 se dio la demolición final de la Matriz, liberando el predio donde comenzaría luego la construcción de la Casa de Gobierno.
Aspecto
Son varios los relatos de aquellos años en los que estuvo en pie la iglesia matriz, en los que se dan cuenta de un aspecto no muy agradable. Vale recordar que el templo se había construido usando las técnicas locales y regionales, por lo que se encontraba dentro de lo que los españoles consideraban aceptable.
En algunas presentaciones hechas al cabildo, de la que quedaron registros, ciudadanos reconocidos expresaban la necesidad de mejorar el lugar, ya que en ocasiones era merodeado por animales y hasta las condiciones de aseo adentro y afuera del edifico eran criticables.
Lo cierto es que, más allá de las complicaciones estructurales y de las críticas, la Matriz sigue siendo una de las iglesias que se mantuvo vigente por más tiempo en la ciudad, a pesar de que desapareció hace casi 150 años.
Además, se puede decir que fue, junto con otros edificios de la época, testigo de un cambio de era arquitectónica en la ciudad.
Formó parte de un proceso de recambio general que se dio entre fines del siglo XIX y comienzos del XX, cuando la ciudad perdió muchos de sus espacios más representativos, apareciendo la mayoría de los que hoy forman el paisaje urbano capitalino.
DIARIO REPÚBLICA DE CORRIENTES