La probabilidad de lluvias por debajo de los valores normales, se mantendrán por lo menos para los meses de diciembre y enero próximos. El pronóstico de sequía pronunciada en la región irá disminuyendo progresivamente a medida que se vaya entrando al otoño del 2021.
La descripción de esta proyección surge de los estudios dados a conocer recientemente por los Servicios Meteorológicos de Argentina, Brasil y el Instituto Internacional de Investigación y Clima de Nueva York.
“Estos informes están indicando que, en los próximos tres meses, que son de mucha actividad de lluvia en las que normalmente los ríos crecen, el escenario seguirá siendo igual al que estamos transcurriendo. Hasta enero no hay esperanza de que se revierta este estado de aguas bajas que tienen los ríos Paraná, Paraguay y Uruguay”. El análisis corresponde al ingeniero Hugo Rohrmann, docente de Hidrología en la Facultad de Ingeniería de la UNNE.
“Con datos meteorológicos en la mano, estamos en condiciones de decir que de acá a un mes el río Paraná no crecerá porque las lluvias registradas en las zonas más lejanas de la cuenca del Paraná y del Paraguay fueron deficitarias”, expresó Rohrmann.
El pronóstico está señalando que los valores de precipitaciones serán menores a los promedios históricos. Pero, para revertir la situación de aguas bajas, se requieren lluvias por encima de lo normal, donde en uno o dos meses se recargue la humedad los suelos, y luego, generar excesos que se manifiesten en incrementos de alturas de agua y de caudales en los ríos.
Este pronóstico de lluvias por debajo de los valores normales de los próximos meses está asociado, entre otros factores, al fenómeno de La Niña. En eso coinciden los centros de investigación, en el que las condiciones del fenómeno de moderadas a fuertes irán disminuyendo progresivamente a Niña débil, para desaparecer en otoño.