Mauro Bonamino Grupo, chamamé mundial y para quienes están lejos

por

En los últimos meses lanzaron un material buscando conquistar un público que trasciende fronteras. Marta Toledo, Samuel Rodríguez y Federico Mayuli conforman Mauro Bonamino Grupo. En esta entrevista, Mauro explica por qué no tienen presentaciones en la ciudad, y anticipa sus expectativas de cara al año que está comenzando.

*Especial para Crónicas de Agua

“A veces las cosas ocurren sin que uno las esté buscando. Nuestro encuentro nació de manera espontánea. Este grupo germinó desde la inquietud por hacer música, superando nuestras individualidades. Tenemos ideales en común. Desde ese lugar, comenzamos un camino que nos llevó a Europa Central y ahora a materializarlos en una producción discográfica”, explica Mauro sobre el nacimiento de esta formación, que por momentos ahora define como “una gran familia”.

El guitarrista Samuel Rodríguez de Lanteri de Santa Fe, el contrabajista Federico Mayuli de Paso de los Libres, Marta Toledo de Saladas en la voz, y el acordeonista y director Mauro Bonamino, de Ituzaingó, conforman Mauro Bonamino Grupo. Están juntos desde el 2015 haciendo música, corcoveando entre clásicos y temas propios.

“Nos sentimos sólidos. Estamos contentos de haber abierto las tranqueras y de haber podido salir de este estancamiento que hay derredor. Ahora pensamos en una proyección musical que nos lleve a Paraguay o Brasil. Por otra parte, seguimos anhelando volver a Europa”, agrega.

Grabaron un material en el que incluyeron temas como Cambyreta (Mauro Bonamino), Pan del agua (Ramón Ayala), Congoja (Julio Chapo y Tránsito Cocomarola), Taipero Poriahu (Antonio Tarragó Ros y Gonzalo “Pocho” Roch), entre otros. El material fue presentado en Brasil pero no en Corrientes, ahí encontramos la veta para comenzar esta entrevista.

— En el último año no hicieron presentaciones en la ciudad de Corrientes, ¿por algún motivo en especial?

— Tenemos nuestra mirada y nuestro objetivo puestos en otros terrenos. No vamos a tocar en Corrientes porque es difícil producir un espectáculo. El músico independiente —hablo incluso a nivel nacional— trabaja bajo condiciones adversas. La problemática se extiende incluso a ciudades grandes como Rosario, Córdoba y Buenos Aires. Tenemos contactos con varios colegas y nos cuentan las condiciones en las que están laburando en algunos sitios.

“Pagar más por una cerveza que por una entrada muestra cuál es la importancia que le damos al arte”.

Uno de los motivos por el cual hemos decidido dejar de tocar en Corrientes es porque no toleramos que el valor de la entrada, de cualquiera de nuestros colegas, sea inferior a una cerveza. Desde ahí en adelante, no negociamos nada.

Esto tiene que ver también con una cultura, con una educación y con el espacio que se le da al arte en nuestra comunidad. Pagar más por una cerveza que por una entrada, muestra cuál es la importancia que le damos al arte. Para mí ese es el cálculo.

— Ahora bien, esta postura exige que haya un consenso entre ustedes los músicos para revertir la situación.

— Lamentablemente nuestro gremio es bastante cabrón. Siempre que llega el momento de la unión puede ocurrir que en un encuentro determinado seamos 30, 40 o 50 músicos. Pero a la hora de enfrentar una situación, somos dos o tres. Así de literal es la proporción. Por esta cuestión volvemos a caer en el individualismo.

Además, el dinero que mueve la cultura en nuestra zona y en el país está muy politizado. Me animo a decir que un alto porcentaje de los festivales está sostenido por gobiernos de distintos órdenes. No hay dinero privado que invierta en un proyecto cultural.

Este panorama, vuelvo a insistir, tiene que ver con la educación y las prioridades que tiene la gente. En algunos países la situación económica también es difícil y sin embargo la gente responde de otra manera a la música y al arte en general.

— Aun ante este panorama gris, todos los fines de semanas hay eventos artísticos.

—Hay muchas actividades culturales porque muchos músicos invierten en su formación y en armar movidas culturales. Por ejemplo, hemos tocado con colegas en lugares donde teníamos que llevar sonido. Entonces tenés que llevar el sonido, hacer la difusión del evento y solo cobrar la entrada que termina siendo un valor simbólico.

Cuando un músico promociona su presentación también está difundiendo el lugar donde va a tocar. Quien tiene un local, sabe el valor que aporta cada grupo. Tocar hoy en bares nos sirve a todos, pero no en estas condiciones. Hoy, poner un flayer en Facebook no es hacer publicidad. Los bares tienen que salir a promocionar sus actividades culturales.

Los artistas independientes tienen que gestionar los espacios en radio, en televisión, hacer notas en los diarios para promocionar la fecha que vamos a tocar en tal bar. Entre tanto hay que ensayar, estudiar, trabajar. Nosotros hemos decidido no estar en muchos espacios de esta región por estas condiciones. No hay que perder la dignidad en el trabajo y no hay que hacer todo a cualquier costo.

No hay facilidades para tocar en ningún lado. Es adversa la situación para tocar en Buenos Aires o Rosario, tanto o más que en Corrientes. En nuestra provincia tenemos lugares hermosos para activar una movida musical, pero cuesta que la gente pague la entrada, no solo porque no tiene plata sino porque nos acostumbraron a no pagar por cultura.  Esta situación no llevó por distintas etapas: hemos estado bajoneados porque quisiéramos que las cosas fueran de otra manera pero no son. Pensamos y queremos sostener una posición, primero está la dignidad de nuestro trabajo.

— En los últimos meses aumentaron su presencia en las redes sociales. ¿Por qué?

—En este tiempo avanzamos mucho como grupo, somos como una gran familia. A medida que vamos transitando este camino, encontramos los roles que nos permiten fortalecer el vínculo. Cada uno tiene sus posibilidades o su trabajo dentro del grupo. Todo es autogestión y así dividimos tareas. Marta se está encargando del contenido de las redes porque entendimos que es una herramienta muy importante. Ojalá en algún momento podamos delegarlo, pero por ahora vamos a hacerlo nosotros. Hemos empezado a ver los resultados muy rápidamente y pasan cosas interesantes. Hubo un fin de semana que no tocamos en ningún lugar, entonces subimos un video a internet y nos vieron más de mil personas.

“Para la Fiesta Nacional del Chamamé pensamos en un repertorio no solo para quien está en el anfiteatro, sino para aquellos que están lejos”.

— Estos años han quedado materializados en un registro de diez temas, ¿cómo y por qué hicieron este material?

—Hemos decidido grabar diez temas porque hay como una urgencia de acortar siempre los tiempos. Vos fíjate, estamos tan apurados que ya ni tiempo para tomar mate con los amigos tenemos.

El repertorio tiene que ver con lo que mostramos en el viaje que hicimos a Europa. El objetivo del grupo es abrirse a otros escenarios, otros espacios geográficos y musicales. Está integrada por composiciones propias, algo inevitable porque seguimos componiendo y agregando música al cancionero regional. Estamos pensando en las personas que no tienen contacto con el chamamé o que no sigue tan de cerca el género. De igual modo se compone de clásicos de Ramón Ayala, Pocho Roch, Raúl Barboza. En la raíz está mucho de lo que nos hace únicos en cualquier parte del mundo. Creemos que eso es lo que el grupo tiene que explotar.

— ¿Parte de ese repertorio lo ofrecerán en la Fiesta del Chamamé?

— Ahora estamos haciendo presentaciones y afinando bien qué mostrar. En principio tenemos claro que a la fiesta la sigue mucha gente en otros países. Lo hemos comprobado por amigos que siguen las transmisiones televisivas. Eso nos motiva mucho a ser cuidadosos con lo que vamos a mostrar. Hay gente que está lejos y no tiene la posibilidad de venir a Corrientes. Entonces pensamos un repertorio,  no solo para quien está en el anfiteatro, sino también para aquellos que están lejos.

Share

De un pueblo de tierra roja, de árboles frondosos, patios amplios y familia pegada a la piel. En la casa de Francisco Salazar, mi abuelo, vine al mundo un 7 de abril. Más de 40 años después aún vive la partera del barrio y sonríe con ternura al recordar aquella mañana, feliz ella de ser parte de mi llegada a la vida. Fui sodero, electricista, pintor. Vendí billetes de lotería, recorrí de punta a punta el pueblo y zona rural cobrando cuotas del club social. Cortaba el pasto con una máquina pequeña de cuatro ruedas, juntaba el pasto, cortaba con machete o azada los bordes de los jardines. Alejado de Misiones y radicado en Corrientes Capital empecé la facultad, recorrí distintas pensiones, mientras estudiaba vendía diarios. Ya en el final de la carrera, comencé a trabajar en distintos medios de prensa. Comencé a escribir en periodismo hace ya casi 15 años. Avancé a trompicones. Aún tengo errores ortográficos aberrantes. Por respeto a quienes considero mis referentes no los nombro porque supongo que ellos se avergonzarían de que me considere su discípulo. Avanzo. Busco trabajar día tras día. Cree un blog para plasmar en un solo lugar mis publicaciones, www.ñeepora.com.ar, de igual forma sigo publicando periódicamente en diarios como El Litoral, Época, Corrientes y Norte, Chaco. Ahora también en www.cronicasdeagua.com.