Resistencia del rock de acá

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Hace diez años el gobierno de la provincia decidía que era hora de darle al Rock un espacio digno, y así nació el entonces llamado Corrientes Rock, que ubicó a la provincia como plaza destacada del género a nivel nacional. Pero en Corrientes, que hasta entonces tenía como exponentes y atractivos casi exclusivos al chamamé y al carnaval, el rock también existía y resistía. La década del 90´y los primeros 2000, tuvieron una escena under muy próspera a nivel local. Sus frutos son las bandas que se forjaron, “aguantaron” y crecieron en ese contexto. Por ello, en Crónicas de Agua decidimos homenajear a ellos, los pioneros y sobrevivientes de nuestro rock.

Resistencia del rock de acá

Peligro de Aborto y la mística del rock 

Hubo un tiempo, los años 90´, en el que en Corrientes la escena del under fue muy próspera. Fue en esa década, cuando cinco amigos que hasta entonces tocaban en distintas agrupaciones, formaron Peligro de aborto. Con una propuesta que fusiona géneros como el ​metal y el hard core con el reggae, el ska y el hip hop, llegaron a compartir escenario con bandas del tamaño de A.N.I.M.A.L., Malón, Carajo, Cabezones, Pez y Dos Minutos. ​

Hoy, con más de 25 años en escena, aseguran que la pasión y la amistad fueron los ingredientes indispensables para perdurar y trascender.   Actualmente conformada por ​Germán Zambrano y Adrián González (afro) en voces, las guitarras de Luis Roldán y Juan Nitti, la batería de Alfonso Zorrilla y el bajo de Nicolás Romero; la banda cuenta con cinco materiales discográficos. Los dos primeros en cassette, los dos siguientes en CD y el más reciente “Bocas Cosidas”, disponible en todas las plataformas digitales.

Del 95 a la fecha pasó mucha agua bajo el puente. Desde la polémica por la elección del nombre, pasando por los llenos totales, hasta un impasse de cinco años y  la suma de nuevos integrantes. Junto a Germán Zambrano, voz cantante y “el encargado de dar entrevistas”, repasamos el pasado y el presente de esta agrupación mítica de la escena correntina.

“La banda nació en el año 199​5. En un principio fuimos cinco integrantes. Todos formábamos parte de otras bandas que tocaban en la escena musical correntina. Nico (Romero) venía de “Fémur”. Yo integraba “Mosh”, Afro (voz) estaba en “escupitajo. La formación inicial tenía a Juan Maciel como baterista, y como guitarrista y compositor a Walter Roldán, que se fue a vivir a córdoba 2009”.

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“ Todos veníamos  de bandas con otros estilos y eso fue lo original. Nuestro mix de estilos en la época nos ayudó a abarcar más ambientes musicales, ska, reggae, hardcore y trash”, cuenta Zambrano, sobre los inicios de la agrupación.

LA CITA

  • “Al poco tiempo de formarnos, en el 96, grabamos un demo de 14 temas en cassette. Nos sirvió mucho para la difusión. Fue muy loco, la gente se sabía nuestras letras y como había más lugares y movidas de rock, el público nos seguía por todas partes”.

“Ya en el 97 grabamos nuestro segundo material, también en cassette, con 12 temas;  y en el 2000 nuestro primer material en CD. Ese fue sin lugar a dudas nuestro momento más explosivo como banda”, dice.

“En esa época, justamente por la cantidad de lugares que existían,  tocábamos 7 veces al mes, siempre con mucha gente, llenos totales. En esa etapa fue cuando tocamos con A.N.I.M.A.L. en la presentación del disco Poder Latino. También tocamos con bandas como Carajo tres veces, Cabezones. Malón, Lethal, Dos Minutos, Pez, Tren Loco, Raíz y Asspera”.

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La polémica por el nombre

Peligro de Aborto, PDA, o simplemente Peligro. La elección tiene una historia para contar. “La primera vez que tocamos teníamos otro nombre, era ​Hijos De Parientes, o H.D.P. La presentación era ​en un pool frente a la cancha del Club huracán, con otras tres bandas. Al momento de tocar, no estaba el organizador, pero sí su esposa embarazada, que al parecer no estaba al tanto. Se enojó mucho y no quería que toquemos porque nuestra música le provocaba ​“peligro de aborto”​ . Lo repitió tantas veces, que la frase quedó resonando en nuestras cabezas y de allí quedó el nombre. En esa época, era muy polémico, pero nos ayudó a sobresalir, la gente se acordaba. Muchas veces pensamos en cambiarlo, o dejarlo solo en Peligro. Incluso en  2007 hicimos un impasse como banda hasta el 2011 y cuando volvimos quisimos acortarlo pero quedó, porque la gente ya nos reconoce”.

Tras esa pausa de cinco años, volvieron para reencontrarse con su público y con la grata sorpresa de comprobar que la mística seguía intacta. “La verdad que siempre fue difícil. Viniendo del palo del metal en una provincia tan tradicionalista y conservadora, fue y será cuesta arriba. Si bien, hay público para todos los gustos musicales, tuvimos la suerte de crear una mística particular que hizo que el nuestro siempre nos acompañe. A nuestro parecer, hay una muy buena escena local, compuesta por muchas bandas de diversos géneros del rock y el metal, y eso suma. Hay que decirlo, antes había más lugares y más predisposición de las autoridades a dejar que la escena fluya. Actualmente, considerando los tiempos de crisis económica, dentro de sus posibilidades, la gente acompaña y trata de asistir a los eventos. Pero sin dudas, la clave de la permanencia es básicamente la pasión por la que uno hace música, la gente y nuestra amistad de 25 años”, afirma Germán.

El paso del tiempo y la evolución de los contextos sociales y sus paradigmas no pasaron desapercibidos para la banda. El surgimiento del movimiento “ya no nos callamos más” que visibilizó las violencias y abusos hasta entonces permitida e incuestionable en el mundo del rock, les permitió el cuestionamiento y la reflexión sobre sus letras y contenidos. Fue en coincidencia primer “Ni Una Menos” que los integrantes de PDA decidieron retirar de su repertorio uno de sus temas clásicos, ​por considerarlo discriminatorio y violento hacia las mujeres.

“Nos fuimos adaptando bastante rápido y bien, en cuanto a las letras siempre mantuvimos una misma línea de composición. En algunos casos, historias, en otros incluso audios de autoayuda. Pero no podemos estar ajenos a la realidad. En cuanto a tecnologías de difusión también lo hacemos. Nuestro último trabajo se encuentra disponible en todas las plataformas digitales” agrega al referirse a la evolución.

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“El futuro no es una palabra que nos represente, el presente es lo que tratamos de vivir siempre y en eso estamos, promocionando el último disco, denominado Bocas Cosidas y esperando ver qué pasa de manera positiva”, cierra Zambrano.

Peligro de Aborto será parte de los diez años del Taraguí Rock. Su actuación será el domingo 15 de septiembre en el corsódromo Nolo Alías. Allí presentarán en vivo su último material “Bocas Cosidas”.

La Botica, bajo la alquimia de la amistad

Los chicos no se la creen. Aunque tienen años de escenario, y compartieron espectáculo con Divididos, Los Ratones Paranoicos, El Bordo y por supuesto, La Renga. Ya atesoran tres discos con temas propios, pero la humildad y la calidad de su música los identifica. De cara al futuro, no le temen a nuevos desafíos.

La banda se formó en el 2006 y, con 13 años de trayectoria, su formación se fue modificando. “Seguimos siendo tres de los integrantes originales, el baterista se incorporó en el año 2011”, explican los chicos. La componen Diego Esquivel (voz y guitarra), Joaquín Dalmazzo (guitarra y coros), Atahualpa Romero (batería) y Sebastián Zambiasio (bajo y coros).

“El nombre surgió en una asociación entre la definición de “botica” (almacén donde se preparaban remedios y se vendían otros productos) y la variedad de estilos musicales que la banda hacía”, recuerdan. “Desde un principio el nombre se correspondía perfectamente con nuestro repertorio que mezclaba covers con temas propios de la banda, por lo que la asociación resultó extraordinaria y no se pensó jamás en cambiarlo. Con el tiempo el nombre de la banda "la botica" se volvió una marca distintiva”, aseguran.

Ellos, como parte de esta “resistencia” del rock local, también fueron dejando de lado los covers para dedicarse plenamente a la producción de temas propios, y ya cuentan con tres discos con temas de su autoría. “No hemos tenido mayores dificultades”, remarcan.. Respecto al crecimiento en la esfera cultural, reconocen que “a la mayoría de las bandas locales se les torna dificultoso el crecimiento y la expansión ya que, hace escasos años se le ha dado recién mayor importancia y espacio para la divulgación y conocimiento público, salvo por contar con aquellos lugares que siempre generado alguna oportunidad a las bandas locales”. Al respecto, opinan que la falta de difusión o de eventos, “es la mayor dificultad que deben afrontar las bandas musicales que no se encuentran en la Capital Federal, o como en nuestro caso, en una provincia más marcada culturalmente por otros estilos musicales como el chamamé y el folclore”. En ese sentido, destacan que es el festival del Taragüi Rock lo que les da la oportunidad de mostrarse con mayor masividad al público.

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“El proceso de adaptación se fue dando de la mano del crecimiento y madurez de la banda. El estilo permanece desde que iniciamos, creamos una banda de rock y fieles a ello es que trabajamos cotidianamente. A los cambios tecnológicos y de comunicación nos fuimos aggiornando, gestionando desde nuestro lugar canales de comunicación con nuestros seguidores más antiguos y tratando de llegar a nuevo público, mediante canales como youtube, Facebook, Instagram y otras redes”, advierten. A la hora de mirar al futuro, los de la Botica se definen como “siempre en crecimiento, seguimos trabajando y disfrutando de poder presentar a nuestro público rock local de calidad”.

La Botica será parte de los 10 años del Taraguí Rock. Su presentación será durante la primera noche de la edición 2019, el sábado 14 de septiembre.

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La Murga que mantiene la identidad del barrio

Desde que se unieron en los 90, ha corrido mucha música bajo el puente. “Es el mejor momento para tener una banda”, aseguran. Componen uno de los grupos más emblemáticos del NEA. Desde “Todo comenzó en el barrio”, grabaron 12 discos. Antes de 2020, planean largar el número 13, con el mismo afán: cantar canciones que cuenten historias de acá.

De nuevo, la amistad y la música hacen magia. La banda se inició en 1993 en la ciudad de Corrientes formada por estudiantes goyanos y correntinos, que para esos años ya se aventuraban en la música, tocando con algunos instrumentos canciones de bandas que escuchaban. En aquellos años Claudio Díaz y Diego Rinaldi, sumados a otros chicos más, comenzaban a incursionar en propias canciones. El nombre de la banda surge puntualmente en el club Juventus de la ciudad, donde Diego vivía en una pensión con su hermano y otros pibes, todos jugadores de básquet. “Esto no es un equipo, esto es una murga”. Ese fue el comentario del entrenador, ante la desastrosa actuación de sus entrenados. Y la frase sirvió como disparador para la elección del nombre de la banda, que para ese entonces apenas estaba en formación. La banda sufrió cambios de integrantes en todas sus épocas desde entonces, pero la formación moderna data del año 2000.

Los integrantes desde entonces son Claudio Díaz, Diego Rinaldi, Sebastián Jara y Toma Canteros hasta el día de la fecha. A la hora de hablar de rock, para La Murga en Corrientes siempre “hubo y seguirá habiendo jóvenes y no tan jóvenes que disfruten del género. La palabra rock no es ajena, hace mucho tiempo el rock tiene – aunque en menor medida – un lugar en la cultura provincial.

La clave fue que la banda supo llegarle a la gente desde el primer disco “Todo empezó en el barrio” editado en 1997, con canciones que se metieron en el corazón de adolescentes y estudiantes, que en aquellos años ya escuchaban a la banda en la radio relatando historia y vivencias comunes y cercanas a adolescentes de esa época”.

LA CITA

  • “Nunca el éxito de la banda estuvo traducido en réditos económicos, sino en resultados de la convocatoria a recitales, que desde un principio comenzaron a ser cada vez más concurridos a medida que fuimos editando discos”, reflexionan.

Para ellos, la clave de la permanencia es, sin duda, “la cohesión entre integrantes ante tan difícil tarea de mantener una banda tanto tiempo, un puñado de buenas canciones no es suficiente, hay que sumarle objetivos claros, predisposición, voluntad, plata, tiempo, ganas, juventud. Además de una cuota de suerte, pero por sobre todas las cosas, un proyecto es lo más fuerte que tiene la banda”, opinan.

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“Creo que es la identidad lograda a través de los tiempos y discos. Identidad es algo que no tiene nada que ver con género musical o estilo. Identidad es algo que nace y se va puliendo y creciendo con el tiempo en el desarrollo del proyecto de varias personas”, apunta Toma Canteros.

“Mantenernos en el tiempo grabando discos es la forma que tenemos de mantenernos en el viaje”; resume. Su optimismo no se apaga. A la escena local la ven “mejor que nunca, con muchas bandas produciendo material propio, músicos formados y con una conciencia de hacer bien las cosas y llevarlas al máximo de calidad. Hay lugares donde tocar, hay festivales donde participar. Hay medios de difusión. La inmediatez de Internet permite el desarrollo más accesible de proyectos, bandas, difusión, grabación. Vemos la escena viviendo una de las mejores épocas, considerando que nosotros venimos tocando hace 2 décadas y media y vimos muchas cosas y atravesamos etapas mucho más magras en lo cultural”, destacan.

Su permanencia también se apoya en ese espíritu de crecer y superarse. “Se fue puliendo con el tiempo, las letras siempre describiendo nuestro contexto, historias de romance, relatos personales, en la búsqueda de un mejor sonido, tratando de llevar al máximo las posibilidades de la banda. Las nuevas tecnologías de difusión hacen más fácil todo. El contacto del artista con su público es más directo e inmediato. Lo que estás haciendo ahora mismo, ahora mismo lo está viendo alguien más en otro lugar de tu ciudad o del mundo. Pasamos de una década de pegar afiches en la calles, a publicar posteos en las redes desde un celular. Los recitales se transmiten en directo con un celular. Con un celular podes generar toda una cadena de difusión destinada a un público objetivo”, aprecian.

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“Este es el mejor momento para tener una banda”, opina Toma. Para aquellos que comenzaron como “una Murga” en los 90, el futuro de la banda es tan claro como hace tanto tiempo. “Seguir tocando y grabando canciones. Actualmente contamos con una sala de ensayo propia lo que nos permite enfocarnos aún más en el proyecto. En este mismo momento estamos ensayando canciones para un nuevo disco que vamos a grabar antes de fin de año. También fuimos invitados al Taragüi Rock en su festejo por los 10 años. Y también vamos a ir anunciando nuevas fechas. La próxima fecha es el 8 de Noviembre en la Biblioteca Mariño”, anticipan.

Textos: María de Itatí – Dora Alcaje

Fotos: Gentileza de las bandas