En busca de aves y peces, en una bajante histórica del Paraná

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Es una pequeña porción de un rio que nace en Brasil y recorre casi 5 mil kilómetros en toda su extensión. Que nos abraza y nutre de vida a todo nuestro territorio, y que presenta, palmo a palmo, una biodiversidad tan magnífica que permite encontrar particularidades en cada tramo. Paisajes diferentes, y en ellos, habitantes diferentes, es la maravilla que se proponen descubrir estos dos amantes de la naturaleza: fotógrafo y personal estable del Parque Nacional Mburucuyá uno de ellos, aventurero de diversos cauces y ambientes naturales el otro.

En busca de aves y peces, en una bajante histórica del Paraná

Unidos por la conservación y para fomentar actividades que permitan descubrir la naturaleza que nos rodea, se propone con esta travesía – pequeña esta vez, pero ambiciosa – relevar las especies de aves, fauna y flora que resulta representativa de esta porción del rio.

LA CITA

  • “Aves del Paraná”, podría titularse como el motor de la experiencia náutica, que promete desembarcar este domingo al mediodía en la playa Arazaty, debajo del puente de la ciudad capital.

No es la primera vez que Jorge ni Abel se proponen experiencias similares. Mazzochi ya recorrió hace algunos años una extensión de más de 1400 kilómetros de ríos, entre el Impenetrable Chaqueño y la localidad bonaerense de Tigre, en una travesía que duró más de 40 días.

De ese viaje, recopiló una ingente cantidad de material de registro en un libro de viaje y fotografías, que lo llevaron a compartir y exponer en la asociación Aves Argentinas, una de las más antiguas del país dedicada al estudio y la divulgación de las miles de especies que habitan nuestro suelo. O mejor correspondería decir, nuestro cielo.

Por su parte, Abel lleva tiempo participando en diversas travesías por cauces internos de la provincia, en especial en torno al Iberá, y por dentro y por fuera de la institución en la que trabaja – Parques Nacionales – oficia de aprendiz constante y maestro generoso a compartir estos conocimientos con quien quiera enterarse.

En busca de aves y peces, en una bajante histórica del Paraná

“Surgió de pronto, para remar desde Paso de la Patria – donde vive Jorge – esta parte del Paraná y ver sus aves y sus costas. Es una porción del rio muy conocida por los pescadores, pero mucho menos por el resto de la población y donde se pueden desarrollar muchas de estas actividades relacionadas con la naturaleza y el ecoturismo”, explicó a Crónicas de Agua. El kayak, llamado “Don Gamarra”, es el transporte fluvial elegido.

Para ellos hay mucho por hacer en la materia de conocer y también difundir la biodiversidad de la región. “Comenzamos con esta pequeña travesía, que podrá continuar en otros tramos del rio para relevar mejor lo que pueda avistarse en el Paraná, que es lo que al final nos une, además de conocer cada lugar con sus particularidades y las de su gente”, resumió.

En busca de aves y peces, en una bajante histórica del Paraná

La experiencia, que habitualmente se practica mucho más por ríos internos y en los esteros, promete además  ser “única, por la bajante histórica del Paraná. Lo que podamos ver, quizás no podremos hacerlo nunca más en la vida, porque es muy poco frecuente que el rio esté tan bajo”, explicó Mazzochi a su turno.

Pertrechados con carpas, bolsas de dormir, algo de comida, binoculares y cámaras de foto, el registro sería el primero de otros varios que puedan ir cubriendo el recorrido del Paraná sobre las costas de toda la provincia.

“Se trata de más de 500 kilómetros de un rio que puede abarcarse desde los distintos puertos: Empedrado, Bella Vista, hasta Goya”, enumeró Abel.

Con las primeras luces del sábado, tras una hora de preparativos para estar finalmente en el agua, zarparon con sus remos con el recuerdo presente de los 1450 kilómetros de la experiencia previa de Jorge, cuando se lanzó a explorar desde los Saltos del Moconá en Misiones por el rio Uruguay hasta Buenos Aires.

Además de los 2 mil kilómetros de travesía que sumó en 2018 por los ríos Bermejo, Paraguay y Paraná hasta Tigre en 43 días.

LA CITA

  • “Estamos planificando una travesía aún más larga”, anticipó Jorge. Sería para el verano del 2021, en tres tramos, desde el delta del Tigre para terminar – esta vez por mar – en Tierra del Fuego.

Poesías, bitácoras de viaje, y un caudal inmenso de registros fotográficos sobre avistaje de aves y diversas especies de mamíferos y peces forman parte de los tesoros que recoge en cada experiencia.

En busca de aves y peces, en una bajante histórica del Paraná

Pura vida

“Hay un ave muy interesante y no tan frecuente de avistar, pero que me entusiasma encontrar”, deslizó Jorge respecto de sus expectativas antes de la travesía. Se trata de “el águila pescadora, un ave rapaz que se alimenta exclusivamente de peces. Habíamos podido verlo en el Impenetrable, y alguna vez lo avistamos cerca de este tramo. Ojalá podamos encontrarla”, expresó.

Por la época del año, con todas las plantas de la costa y en los bordes del rio con frutos y flores, la expectativa de un avistaje nutrido es muy alta. “La mayoría de las especies que dan frutos – de los cuales se alimentan aves y peces – están cargados. En esta bajante histórica, será una gran oportunidad para verlos. Quién sabe, quizás encontremos también vestigios de otros tiempos que descubren las aguas”, apuntó.

Entre “playeritos”, el “Rayador”, y el “Atí”, la dinámica del Paraná nunca puede ser aburrida para el observador atento. “Son tres especies que andan juntas y se alimentan de lo que pescan. El “Rayador” pesca por contacto: tiene un pico conformado por una parte de abajo más larga que la superior. Y vuela tan rápido, que al tomar contacto con el agua deja dibujada una línea en la superficie. Por eso su nombre”, explicó. Los bancos de arena formados en el Paraná suelen ser el hogar de estas especies, que los eligen para hacer sus nidos.

En busca de aves y peces, en una bajante histórica del Paraná

En materia de peces, también los bancos de arena son un atractivo especial. En sus costas más calmas y cálidas, desovan los sábalos. “Los grandes cardúmenes buscan la temperatura más calidad del agua en su ciclo reproductivo, y es la base de la alimentación de los otros grandes peces: el principal alimento de surubíes, dorados, manguruyúes son los alevines de sábalos”, recordó Mazzochi.

La biodiversidad que surge con estos ciclos que nacen en la parte norte del Paraná, luego alimenta a toda la cadena hasta la desembocadura en el delta del Tigre.

Luego de una larga jornada de remo, y tras acampar durante la noche para recuperar fuerzas y disfrutar bajo el cielo estrellado en el Paraná, prometen llegar este mediodía a Corrientes, cargados los sentidos y los registros de un experiencia que pretenden continuar pronto en próximas “bajadas” por su cauce.

En busca de aves y peces, en una bajante histórica del Paraná